Article de Proyecto 451 (newsletter).
Mira Murati es directora de Tecnología de OpenAI, la empresa creadora del popular ChatGPT, el chat impulsado por inteligencia artificial del que venimos hablando en varias ediciones. Recientemente concedió una entrevista a la revista Time en la que habló en profundidad sobre dicha tecnología y aseguró: “No es demasiado pronto para que voces legislativas y reguladores se involucren en el debate, dado el impacto que van a tener estas tecnologías en el mundo”.
Su voz cobra fuerza dada la empresa de la que es parte: OpenAI pasó de ser una startup privada con sede en San Francisco (Estados Unidos), con 375 empleados y pocos ingresos, a tener una valoración de aproximadamente 30 mil millones de dólares. Parte de eso se debe a la explosión del uso del ChatGPT, que alcanzó los 100 millones de usuarios en dos meses, y a la inversión que Microsoft hizo recientemente en esta compañía por 10.000 millones de dólares. Murati no solo lidera los equipos detrás de ChatGPT, sino también de DALL-E, otro sistema de OpenAI que usa inteligencia artificial para crear obras de arte basadas en indicaciones. Servicios que despiertan fascinación pública y mediática, pero que siembran cientos de preguntas sobre el futuro cercano.
Acá les dejamos la entrevista completa y destacamos algunos de los puntos más importantes:
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ChatGPT es esencialmente un gran modelo conversacional, una gran red neuronal que ha sido entrenada para predecir la siguiente palabra. Y los desafíos con él son desafíos similares a los que vemos con los modelos básicos de lenguaje más grandes: que pueda inventar hechos.
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ChatGPT se encuentra en la etapa de revisión y consideró que su potencial puede estar dado por “revolucionar realmente la forma en que aprendemos”. Algo así como ayudarnos con la “educación personalizada”.
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Consultada sobre los peligros que se advierten vinculados con la IA, la especialista consideró que este es un momento único en el tiempo en el que tenemos la perspectiva sobre cómo da forma a la sociedad. Y va en ambos sentidos: la tecnología nos moldea y nosotros la moldeamos. “Hay muchos problemas difíciles de resolver. ¿Cómo lográs que el modelo haga lo que querés que haga y cómo te aseguras de que esté alineado con la intención humana y, en última instancia, al servicio de la humanidad? También hay un montón de preguntas sobre el impacto social, y hay muchas cuestiones éticas y filosóficas que debemos considerar. Y es importante que traigamos diferentes voces, como filósofos, científicos sociales, artistas y personas de las humanidades”.