Article de la Leonor Mayor publicat a La Vanguardia l’11 de desembre del 2022.

La capital catalana acoge una hornada de escritores latinos como ya ocurrió en la década de los setenta

A principios de los años 70 no era nada raro encontrarse a un futuro premio Nobel por el Paseo de Gràcia, en el restaurante La Balsa, en el Drugstore de Tuset o tomándose una copa en el Bocaccio.

Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa capitanearon el boom literario barcelonés y atrajeron a la capital catalana a otros grandes escritores latinos como Alfredo Bryce Echenique, José Donoso, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Jorge Edwards… cuyo talento floreció en Barcelona al calor de la agente literaria Carmen Balcells.

Cincuenta años después, la historia se repite. Escritores procedentes de México, Colombia, Argentina, Perú, República Dominica, Ecuador o Chile se han instalado en Barcelona para desplegar todo su potencial literario. La ciudad vive los años del nuevo boom. La potencia de su industria editorial sigue siendo el principal polo de atracción, aunque haya otros como la oferta académica, por ejemplo la del máster en Creación Literaria de IDEC-UPF, dirigido por Jorge Carrión y José María Micó, por el que ya han pasado los argentinos Samanta Schweblin –que vive en Berlín, aunque en enero se mudará a Barcelona–, Martín Caparrós o Belén López Peiró.

Aún así, los ecos de Balcells todavía resuenan en la memoria de muchas de estas promesas literarias como en la de López Peiró, que es cliente de su agencia, y que despuntó con su primera novela Por qué volvías cada verano (Las Afueras), un crudo relato de los abusos que sufrió por pate de un familiar. A López Peiró, que ya está escribiendo su tercera novela, Barcelona le ha seducido, “porque es una ciudad rica en historias, diversidad y cultura”.

Consulteu l’article original de la notícia clicant aquí