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Naver, el gigante tecnológico surcoreano, lanzó en 2004 Webtoon (acrónimo de web y dibujos animados, viñeta), desde entonces, se ha convertido en una de las piedras angulares de la hallyu, la ola coreana, aunque la empresa Naver ya ofrece su servicio en 100 países y en 10 idiomas, gracias a las traducciones y a la actividad de 900.000 creadores en todo el mundo.

La plataforma cuenta con una aplicación para Corea y otra que se puede configurar en diferentes idiomas para el resto del mundo. Lo mismo ocurre con la web. Tiene 85.6 millones de usuarios, el 75% de la generación Z y millennials. Casi un millón y medio de títulos están disponibles en su web y aplicaciones, y cada mes los usuarios visitan 10.000 millones de páginas.

Webtoon divide la producción de cómics web en dos secciones: los Originales y el Canvas. Los Originales, son las creaciones que caen bajo el paraguas de la empresa: se les asigna un editor, un asistente o incluso un equipo más grande, reciben un salario y apoyo de marketing. En el Canvas, las creaciones son independientes y cualquier usuario puede subir su arte si lo desea. El contenido de esta sección no tiene por qué ser exclusivo (de hecho, Alice Oseman, la creadora de Heartstopper, publicó el cómic en otras dos plataformas simultáneamente). Esta plataforma abierta funciona de manera muy similar a YouTube en el sentido de que los creadores suben su contenido en el momento que elijan, y pueden comenzar y terminar su historia cuando quieran. En este caso, los creadores pueden ganar dinero a través de la publicidad al alcanzar una determinada cantidad de suscriptores y visualizaciones.

Casi dos décadas después de su creación, la adaptación del webtoons a la pantalla chica es algo común en la industria del entretenimiento en Corea del Sur. Las series producidas allí cosechan éxitos mundiales, al igual que la música y el cine.

La industria del streaming más conocida a nivel global se volcó con las ficciones coreanas hasta el punto de integrar los webtoons a su parrilla. Los cómics llegaron a Netflix para quedarse. Entre los éxitos de la plataforma destacan títulos románticos o de terror como “Sweet Home”, “Propuesta laboral”, “Extraños del infierno” o “Estamos muertos”. Todos ellos han marcado el camino para que los webtoons, esas historias coreanas, a veces apocalípticas, otras veces románticas, otras rutinarias, no dejen de ser una tendencia que ha traspasado fronteras (El País, 4 minutos).

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