Article de Proyecto 451 (newsletter).

Hace algunas ediciones hablamos sobre “un rumor en redes sociales” que afirmaba que el 60% de las novedades editoriales acaba destruido. Se trataba de una conclusión errónea extraída de un artículo con declaraciones de unos cuantos editores. Este artículo ponía de manifiesto una vez más un runrún que lleva meses circulando por la industria del libro: se publican demasiadas novedades y se imprimen demasiados libros. Ojo, no es lo mismo: mientras un debate se centra en la sobreoferta de títulos anuales (llamémosla hiperedición), el otro gira en torno a la sobreimpresión de ejemplares.

Sin dudas que la bibliodiversidad es enriquecedora; democratizadora, pero lo cierto es que ha desbordado la capacidad de la cadena comercial del libro. No hay espacio físico en las librerías para tanta novedad, incluso cuando el librero selecciona y limita el catálogo. Pero, hay que pensar que si no hay espacio físico en las librerías, sí lo hay en sus páginas web. El catálogo de ecommerce de una librería puede ser tan largo como la lista de libros disponibles a la venta. Además, para las editoriales, los catálogos virtuales también son una gran oportunidad para reactivar el fondo editorial. Libros que fueron novedad años atrás pueden reaparecer en los estantes virtuales de las librerías, volver a tener la visibilidad perdida.

Si nos atenemos a la lógica de la actual cadena de suministro de libro en papel, la “hiperedición” lleva a la sobreproducción y a la sobredistribución: más libros impresos en circulación de los que el sistema puede absorber, libros que acaban devueltos a los almacenes, donde acaban destruidos. Pero esa lógica por fin puede verse alterada por el nuevo modelo de distribución sin stock (distribución PTO o 1×1). En él, los títulos están en los catálogos editoriales, pero no en los almacenes de los distribuidores. Son libros para los que no se hace tirada, sólo se imprimen cuando el lector los compra. Así, la distribución sin stock es la solución más sostenible, ecológica, económica y eficaz a la permanencia de los títulos de fondo en las librerías.

Una gestión eficiente del fondo editorial mediante la distribución sin stock, ayudada por las bondades de unos metadatos bien trabajados por la editorial e impulsada por el trabajo de selección de la librería pueden convertir la hiperedición en un enorme beneficio para la industria y para los lectores, con una huella mínima de carbono ¿Ustedes qué creen? Les compartimos este artículo de Arantxa Mellado que habla en profundidad sobre el tema. Les dejamos además la entrevista que realizamo con ella semanas atrás.

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