Article de Proyecto 451 (newsletter).

Ingram, la principal distribuidora de libros de Estados Unidos, publicó un interesante artículo sobre los desafíos que enfrentará la industria editorial en este 2022. La primera entrega que les compartimos, se centra en las tendencias que afectan la producción y distribución de libros. A modo de resumen, destacamos:

  • Escasez de papel y costos de envío: Según el Wall Street Journal, se prevé que el costo del envío de un buque portacontenedores desde Shanghái a Los Ángeles alcance un aumento del 50% al 75%. FedEx y UPS también informaron un aumento del 6% en sus servicios de transporte en 2022. Con respecto a los mercados de papel de EE.UU y Reino Unido, en ambos casos hubo un aumento promedio de 10% a 12%. Esto se ha extendido y seguirá extendiéndose hasta 2022 a medida que avanza el año.
  • El cambio a la fabricación local: Ha habido un impulso hacia la utilización de la fabricación local para combatir el costo creciente de los retrasos en el envío y el transporte. Reemplazar las tiradas de impresión en los EE. UU. o en sus mercados locales por tiradas cortas en los mercados donde se compra el libro puede dar lugar a menor costo, entrega más rápida y reducción de la emisión de carbono.
  • Utilización de almacenes: Una tendencia masiva que espera reducir la huella de carbono del envío (y al mismo tiempo aliviar los retrasos) es el uso de almacenes. El auge de los almacenes en varios países, con el comercio en línea alimentando ese crecimiento, es una tendencia que veremos continuar en 2022.

Y a estas tendencias, ¿cómo pueden responder los editores?:

  • Revisión y gestión del catálogo: Un número cada vez mayor de editores miran su catálogo completo y se preguntan: “¿Es mi catálogo más aplicable a la impresión digital de lo que pudo haber sido en el pasado?” Este tipo de cuestionamiento está cambiando la forma en que los editores administran su inventario, permitiéndoles mover sus catálogos a un modelo digital de tiradas cortas o de impresión bajo demanda pura, lo que libera capital para utilizarlo en títulos de primera línea.
  • Planificación anticipada: Los retrasos en la cadena de suministro y el transporte también están afectando a los libros que llegan a tiempo de los almacenes a los minoristas, lo que provoca que las recogidas de los minoristas sean más lentas. La planificación anticipada permite a los editores asegurarse de que sus libros estén donde deben estar a tiempo, a pesar de los retrasos.
  • Diversificar formatos y proveedores: En el mercado actual, lo mejor es tener numerosas relaciones con proveedores de impresión. Junto con archivos diversificados como libros electrónicos y audiolibros, los títulos se pueden usar en imprentas offset, así como en impresoras digitales o de impresión bajo demanda, lo que le brinda la opción de tiradas cortas en caso de retrasos en su programación.
  • Reducción de tiradas de impresión: Cuando los editores no tienen una gran cantidad de existencias en un almacén, no incurren en tarifas de exceso de inventario, lo que permite precios minoristas más flexibles en futuras impresiones.
  • Impresión en mercados locales: Al aprovechar la impresión en los mercados locales en lugar de enviar productos a largas distancias, los libros llegan rápidamente a los consumidores y almacenes, mientras se mitigan los problemas de tránsito.

Para complementar esta información, les compartimos lo que fueron las conclusiones del seminario web “El poderoso caso de la fabricación de libros en EE. UU. frente a los desafíos de la cadena de suministro global, la escasez de papel y el aumento de los costos de distribución”, moderado por Chris Lyons, presidente y editor de Book Business, y con Jim Milliot, director editorial de Publishers Weekly; Bill Rojack, vicepresidente de Midland Paper; y Matt Baehr, director ejecutivo del Instituto de Fabricantes de Libros.

La escasez de papel y el aumento de los costos de distribución, son desafíos que la industria probablemente enfrentará durante todo el año. Bill Rojack dijo que los editores de libros tendrán que tomar algunas decisiones difíciles: “Hemos sido mimados, demasiados tamaños de acabado y demasiados colores, y simplemente demasiadas opciones. El precio y la apariencia siempre serán importantes, pero deben equilibrarse con lo que funciona mejor para sus fabricantes de papel y sus proveedores de impresión”.

“Históricamente, el objetivo era imprimir suficientes libros para obtener el costo unitario más bajo posible; luego se convirtió en tratar de enfocarse lo más posible en la entrega justo a tiempo y tener todo allí”, explicó Baehr. “Ahora, con una crisis en la cadena de suministro, se trata de encontrar el mejor equilibrio”. Una solución podría ser la impresión bajo demanda, que resuelve muchos problemas de inventario y tiempo, aunque mantiene un alto costo por unidad. “Esta situación crea un diálogo interesante con los editores porque asegura que tendrá que haber una estandarización de los tamaños de recorte, el uso de papel, los materiales de cubierta y más”, concluyó Baehr (Publishers Weekly, 3 minutos).

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